miércoles, 7 de diciembre de 2022

Es solo un chorro de agua

es solo un chorro de agua,
cientos de hilos transparentes
me estallan en la cara y dejan
motas de cristal
sobre mi piel. baja un vapor
caliente tiñendo
la escena entera, con furia
funde los alvéolos
del temperamento que hace días
busco mantener al corte, leve,
las puntas comidas
por la paz y no puedo.

desnudo me ducho de parado
para después tumbarme un rato.
el vientre sobre el que empapado
mi cuerpo meto es blanco,
no brilla, de fibra
de vidrio creo, de un material
que al golpearlo
con la curva de mi uña
emite un sonido: vibración
que hace temblar
unas pequeñísimas burbujas de jabón.
rebeldes resisten 
y en vez de irse con la mugre, 
entre los dedos
de mis grandes pies florecen.








martes, 22 de noviembre de 2022

Estrella

el chico de los botines futuristas
se perderá tras los cipreses,
en la estación de servicio,
por segunda vez
en lo que va del viaje, una a la ida
y está a la vuelta: la última. nada
volverá al sitio que ocupaba
anteriormente porque nada volverá a ser
lo que era. la mancha de humedad
en la pared del cuarto matrimonial
afilará sus contornos y con tentáculos
de un verde musgo
tomará forma de estrella,
una a la que el padre fuera de sí, jurará
a los gritos -siempre a medianoche,
siempre- estar viendo la flama
en los ojos del alma
de su hijo desaparecido. la madre
menos efusiva, duplicará 
la ingesta de tabaco
a dos paquetes de veinte diarios.
hundida en la mezcla de vapor y humo
que devuelve al aire del baño, 
oteando sobre uno de sus hombros 
la caligrafía en tinta del nombre
que en la espalda baja, eternizado
junto a una mariposa ahora luce.











lunes, 24 de octubre de 2022

La pena gris


el masoquismo de ver las cosas a través
de una pena gris agota. la luz 
ficticia que dejamos entrar 
entibia hasta quemarnos. lo negro tiene 
un ciclo que se corresponde con los días 
en que nos sentimos un ternero
en el vientre de una vaca doblada
por la hipotermia, tensos, casi quietos, 
adentro de un cuerpo seco en el fango,
vemos para acá 
y para allá, sin avanzar,  
paralizados 
por la fosforescencia
de la vida moderna. 
después, la marisma
afloja: un tubo aspira y se lleva todo hacia el olvido.
qué bueno ¿no? decimos, sorprendidos, 
con la voz de la consciencia aplomada,
por la tristeza que ya perdió integridad, 
que se subdividió en granos cada vez más pequeños
que al querer juntarlos en el hueco de la mano 
para mostrárselo a mis amigos, se ve
como que algo falta, como que no era
para tanto, como que al final no hay nada.


























lunes, 3 de octubre de 2022

Proposición hospitalaria

en este sueño negro, dentro
de esta masa dúctil, bajo este
anillo de 220 w, por el corredor
de un sanatorio reluciente
en desinfectante barato, tras
la correntada de aire 
que por las hojas de madera
ingresa, hacia el aliento frío
de un doberman encadenado 
y el tabaco industrial que incineran
a toda velocidad los enfermeros
en la vereda contra el entretiempo
de la muerte que espera.








viernes, 30 de septiembre de 2022

¨+}{}+´´+}{}+

trata de fijar la punta del dardo
de su mente y los objetos -restos
incorpóreos de un discurso ajeno-
no despiertan su mayor interés. orbitan
más allá de su imaginación castigada
a mazazos por la novedad. orbitan junto
a las moscas que mete su vieja
en verano cuando entra a escondidas
a su pieza y le abre las ventanas.
el aire viciado se extingue
más rápido si giran también las paletas
de plata del ventilador.
trata de fijar su mente
en otra cosa y no puede: lo que puso,
lo que le puso a, lo último que subió,
lo que le dijeron de, lo que dijo al 50%,
lo que no dijo pero por la negativa
atrae su sospecha.
lo que se bate lentamente en el bol
más gastado de su cráneo
lo llevará a la perdición,
y según su matriz, eso es el amor.
trata de no pensar más en ella
y lo consigue, se pierde
en el zig zag de interfaces y pestañas
que se abren a la par de sus ojos
rojizos, rojos, rojísimos. y pensar
que hubo un tiempo en el que sus pupilas
eran el hueco infinito
por el que de cabeza se enterraban
las cascadas de su infancia,
un tiempo en el que no importaba
comprender la fuente de sus emociones,
en el que no había una computadora
cerca para volcar su ira en un foro
que noche a noche lo envuelve
como la serpiente de su foto de perfil
envuelve el vacío amarillo
que su cuerpo en espiral forma.























sábado, 24 de septiembre de 2022

Figura y encandilamiento

descubrí al núcleo crecer, fulgente
agigantaba su espectro. el eclipse
era total, a punto de reventar contra 
las paredes de la habitación. 
a oscuras una luz que nacía de adentro nuestro,
no importaba el mundo; el exterior
era una bolsa de nylon que un camión
de basura con sus dientes cuadrados trituraba.
no importaban los amigos, las palabras
reversibles, las desgracias no tenían cabida
en este improvisado escenario.

y así pasamos el feriado, entre un frío otoñal
y la inconsciencia de abrir por unas horas
la válvula ubicada detrás del nudo
del incontrolable cablerío: la paz al ver
que la turbiedad 
que traigo,
lejos de tus ojos, se vierte









miércoles, 21 de septiembre de 2022

Todo está perdiendo su pureza

la corrosión progresiva
de las cosas familiares.
la polución en el aire.
viento que arrastra
viento y las partículas opacas
que la laguna negra
de los pensamientos suda cuando
entrás, salis, abrís
la heladera en patas
en una consciencia lúdica
sobre el peligro que eso implica
y seguís vivo. aderezo, agua
en botella, productos
congelados gotean
sobre la placa plástica
del electrodoméstico mayor;
aunque en lo único
en lo que pensás ahora
es en la fragancia atrapada
en la cáscara de la naranja
que día tras día ves e ignorás
dejando que se descomponga
fuera de tu boca.





























martes, 6 de septiembre de 2022

Restos que deja el spam de un noticiero web en el inconsciente

el paredón amortiguó los graves, los escasos
árboles y el alambrado también ayudaron, 
fue imperceptible para el que pasó pedaleando 
con el tema favorito del fin de semana 
latiendo en sus tímpanos,  pensando en ella,
volviendo del trabajo, pensando
rápido en llegar a verla. no registró sonido alguno
y si lo hizo, por la velocidad, la distracción y la distancia
entre la bicicleta y el baldío, débil lo habrá oído;
probablemente como la tos 
de un anciano al purgar 
la fatiga de su alvéolos blandos. 
todas las mañanas amanece un cuerpo
entre los pastizales con un tercer ojo apuntando 
al cielo y una bala diminuta camuflada
a pocos metros 
pero no todas las mañanas
la pelota se va tan lejos 
para que después de debatir
a quien le toca ir a buscarla
, uno vaya y la busque
y se enfrente de acá a unos años al desafío
de procesar que tan quieto se ve uno
cuando no se verá más a sí mismo. 








lunes, 15 de agosto de 2022

La cervical es un garfio en el que cuelgan los días muertos

el fin de una canción
en el silencio auricular del transporte público
puede ser la respuesta
a los mambos del día: melodía disonante, 
letra simple, hierro líquido
vertiéndose sobre un molde
también de hierro o rayos de una luz ultravioleta
que accidentalmente dan con las huellas
dactilares de lo que nos espanta,
en esa estoy, en esa voy, en un 168,
la ventana piqueteando mi parietal, me veo al ver 
la penumbra en las fugas de las avenidas
que el vehículo a su paso 
rebana, en esa, dándole forma
a la confusión, un nombre
al problema, sustancia
a la fuente, a la larga se funda un nuevo goce
al rosquear 
el cubo rubik del dinero, el cubo
rubik de la muerte, el cubo rubik
del amor. somos cinco seis los que a bordo vamos
y si el colectivo frenara,
si un señor barbudo y entrecano,
en muletas, plegada la pierna, seca la sangre
en la venda, 
si dios fuera un rostro
con arrugas dibujadas por el alquitrán
de su entorno, 
si subiera ahora mismo
con una lámpara dorada
aferrada a sus callos, si la ofreciera
asiento 
por asiento como se ofrece
una botella de vidrio
cuando 
el mensaje ya está dicho y no hay más
palabras 
que estrujar en la juguera,
si fuese mi turno
de pedir un deseo, uno solo,
yo tampoco sabría cuál.







martes, 2 de agosto de 2022

El hábito de la antena deficiente

cáscara sobre cáscara sobre cáscara.
idiomas contrapuestos a las piñas
en el cuadrilátero de una misma palabra.
decodificar. decodificar, todo el tiempo
hay que decodificar para que al final
del día no cueste tanto darle rosca
al tapón negro de caucho industrial.
para que los sedimentos, 
por el drenaje, viajen. para poder 
dormir en paz la desesperación 
deposita el espíritu en un comprimido 
que junto a otros comprimidos blancos 
arman el tetris de tu semana laboral.




















Llevando a mi hijo a comprar droga

abatida, los ruleros puestos se los saca ni bien 
ve encuadradas sus canas en el espejo retrovisor.
no hay tiempo de más: hay que cargar nafta,
hay que sacar plata, hay que ir en subida
hacia el lado oscuro de la ciudad.
ahora no, no sé, no escucho, no importa.
tengo que llevar a mi hijo, el segundo,
de veinte, a comprar droga.
tengo que llevarlo como sea, tengo
que hacer eso o rogarle por quinta vez
que no me venda la heladera.






domingo, 31 de julio de 2022

Alergia

despierto. adentro mío, 
las partículas invisibles 
que desprendió la pelusa de tu gata 
esparciéndose estrelladamente
por mi sistema circulatorio.
tengo la nariz hinchada
por la alergia y por eso, no respiro
bien, no puedo respirar sin
hacer ruido y eso me molesta.
un silbido agudo o aguado
según el caso, corte raro. no entra
todo el oxígeno que debería.
no entra tan rápido como quisiera
pero que a los pulmones llega, llega.
tengo alergia, recién despierto,
estoy cansado y no paro de estornudar.
aunque lo peor de todo esto es 
no sentir el tibio olor que al lado mío
despide mi novia al mediodía
cuando continúa embotada 
en su sueño del cual quisiera 
yo también tener acceso 
para esconderme por siempre
del ruido del mundo 
que se extiende más allá 
de los bordes de esta habitación.
















































jueves, 21 de julio de 2022

El riesgo de poseer una virtud troquelada

tragedia inunda la miel
profunda, quiero mas, sabes
dame hilos, que se agarren a mi cara
quiero desactivarme, que venga algo nuevo.

alarmas alrededor de esta sonrisa
gente espera en los corredores del hospital
aire envuelto en humo
en el entretiempo de la muerte
los enfermeros descansan

quisiera no regalarte el terror de las fauces
sabes que estoy bien cuando estoy solo, no insistas, por favor
dejame recubrir lo mío de lo ajeno, de lo que no es tuyo

suficientes situaciones para una cabeza en rojo
¿soy esto que piensa o aquello que habla?
el sabor deshecho en un líquido amarillo
me devuelve una verdad que no veo

sabuesos huelen tu pánico
la tierra húmeda, las patas estocando el corazón del mundo
aquello que buscan, no me incumbe

¿a caso esto es lo que esperabas de vos?
¿a caso esto es lo que esperabas de vos?
¿a caso esto es lo que esparabas de vos?








jueves, 14 de julio de 2022

Horizontalmente en la Antártida

no le gusta lo que cree que dicen
de su persona, no le cabe, para nada,
no soporta no saber si el resto dice
o no dice cosas en su contra, odia
y está irritable, por las noches, en el día,
en privado modela su perspectiva que nace
al trasladarse a través de una cuerda anudada 
al vacío, no le gusta mostrar sus relieves,
que los identifiquen, no acepta la traslucidez
de su personalidad, a veces, quisiera arrancar
de un tirón una hoja, tirarle una firma
acelerada que brille como un relámpago
incandescente, meterlo en un sobre
de papel madera, un pase de saliva en el pegote
y al depositarlo en la ranura más cercana,
comprar, por fin, su ausencia, quisiera
y a la vez no, vive y a la vez no, sueña
a solas, sueña solo con la lengua fina
de un cúter naranja, un recorte exacto
fundará un nuevo continente, sueña
con ese continente y con una capa importante
de nieve que ante la menor pisada
de su bota cede y al próximo se vuelve a borrar.

























jueves, 30 de junio de 2022

Desconozco las fuentes

o la velocidad con la que se enciende
la lámpara que te hace hablar de más 
o el sueño débil que te entristece 
al pasar el mediodía, al entrever al sol 
combar su pirueta hacia abajo, 
o será la consecuencia directa de absorber 
poca vitamina D, comer poca fruta,
no lavar los platos para luego descubrir 
una figura antropomórfica 
en las sobras secas de un almuerzo 
a solas y a las apuradas,
o a lo mejor, es algo tan estúpido
e involuntario como tu concentración
defectuosa, dispersa, rebelde, 
con la que surfeás el sinsetido:
   tick   tick   tick   tick   tick
diagonales de una pelota de ping pong 
   tick   tick   tick   tick   tick
contra las seis caras que la encuevan 
   tick   tick   tick   tick   tick
un pensamiento atrás, un pensamiento 
adelante, un pensamiento a distancia 
del presente real bloquea comprensión.
un humano con rarezas en el pecho
recibe consejos de gente
que también lo necesita y sonríe,
por las dudas, ¿de qué?
no sabe, solo asiente y sonríe. 








martes, 7 de junio de 2022

El trámite

hunde su mano anillada 
en uno de los bolsillos
de su pantalón de vestir. impecable, sobrio 
al caminar, si un bisturí
le abriera el tórax en una sola línea recta
seguro se vería su corazón bombear
a la misma velocidad, siempre. 
hunde su mano y suenan los anillos
importados al tocar las llaves
de su Amarok último modelo.
sin embargo, a medida que hunde, 
pierde la elegancia
y puede que le esté haciendo notar
al resto de los presentes
que no encuentra lo que busca.
a él no le importa por eso en vez de rendirse, 
insiste con el brazo metido 
en el hueco negro de tela
¡atención! está por sacar algo 
pero falla. repite la acción y tampoco.
no mueve más que dos dedos,
después uno, solamente la falange 
del anular que se dobla, se curva 
y se transforma en un garfio en la oscuridad.
consigue engancharlo al borde
de su calzoncillo que manotea 
y tironea, le da aire 
y espacio a su zona genital y ahora sí
lo tiene, lo tiene... ta ta taaaaa 
mete un cambio brusco 
y se la acomoda entera para el otro lado.










domingo, 15 de mayo de 2022

Te han visto paseando en tus monoblocks

es cuando del esquema que mapea
su memoria, emerge de un cabezazo
un palacio. en la entrada: una cinta
mecánica patina a una lentitud
escalofriante e hipnotiza. y sobre ella, 
de la nada, deslizándote de reversa, estás
otra vez paseando en los monoblocks
de ese recuerdo que te encanta.
cuanto más tiempo se pasa en los jardines
de la cabeza, la velocidad de la vida
se lentifica. hay quienes dicen
que la nostalgia tiene la facultad 
de frizar el tiempo en su totalidad, obstruir 
el exterior, borronear con el codo 
la silueta de los sueños. cuenta 
también la historia que hay quienes 
de tanto retorcerse sobre sí, el rulo 
que han creado los ha envuelto de pies 
a cabeza en su lugar, han quedado 
el par de zapatillas gastadas 
por excesivas caminatas más la ropa 
que vestían ese día, derretida, encima.





























 












jueves, 7 de abril de 2022

Problemas de una vida neural

un punto. el primero de muchos
que vendrán. un punto hamacándose
libre, panza arriba, sobre su propio
peso y solidez: principales rasgos
de una prematura existencia. donde antes
no había nada ahora hay un punto, uno
solo, cargado con el respeto
que le confiere ser el único, no tener
otro a su alrededor. él mismo
es su paraíso lo que no asegura
que haya emoción. habrá que esperar
(y en la espera de rebote surge el tiempo)
a que una fuerza externa descienda
hiperconsiente, temblorosa,
con la mecánica de una grúa y lo jale
de un lado estirándolo al punto
que a partir de ahora no es más un punto.
es un chicle pálido espigado en los dedos
de un adolescente hiperquinético.

al ceder su redondez, su centro se apelmaza,
y lo que solía ser una unidad
queda dividida en dos: un clon idéntico
separado al nacer, nada de andar
compartiendo pensamientos. cada cual
con lo suyo, cada uno de los componentes
flotando en su respectivo conteiner.
el ciclo se repite por milenios
y al ad infinitum. vertical
y horizontalmente se distribuyen
soledades, luego poblaciones.
el sentido de las cosas emerge aplicado
en lo que se ve y lo que no. todo marcha bien.
todo es normal. todo está bajo control.
vivir nunca fue tan fácil, y así y todo, alguien
puede bajar desorientado a la calle,
con olor a quemado, una estela negra
bullendo tras de sí, el cuello sacado
girando como un torno y, PUM, reventar
en asterisco por los aires, como un punto
que escupe los puntos que trae dentro.






domingo, 20 de marzo de 2022

las puertas se abren sin que nos demos cuenta
ni de donde proviene el viento
ni si existe tal abertura. no
mires para atrás.

las paredes imponen su blancura
en la habitación
del enfermo.
una toalla secando la sudoración a 38°.
una venda alrededor del tórax.
el silencio
son los cinco minutos
en que los enfermeros salen a la vereda
a tirar humo y paciencia.

mis manos
son regalos de dios,
mi abdómen instrumento divino
solo canto por la noche
por costumbre
y es el hábito el lamento
que ahuyenta
el mensaje de los cuelloblancos.

el hábito es entrega
la entrega es lamento.
lamento el no saber
de por qué di tanto
y no obtuve nada a cambio.

ahora el sonido de sus risas atraviesan
mis bolsillos agujereados. el martilleo
de pensar de más
construye en un cuadrilátero
un alambrado que me deja a la vista del resto.

vivo,
exagerademente vivo.




gracias por involucrarte en la situación. tu presencia
provocó cierto movimiento
en los estratos. a partir de ahora, no dibujaré líneas
en el cielo
cuando pierda el eje de las cosas. recto, fijo, un trazo
en seco hacia adelante sobre
el que respiro.

quisiera decirte
al anteponer mis manos a la eternidad
no me sentí gigante, no me sentí más que coronado
de campanas nublando el sentido de la orientación
préterito es oeste
futuro mecánico del sudeste
mañana es de fuego;
no podría vertir mi gratitud en un cancionero
hacer de tu vida leyenda
siento no sería suficiente.

cuando volví, no estabas. llevaba
la boca
cubierta de arena
y al abrirla, una avalancha de palabras cifradas
cayeron.

estoy donde puedo y esa certeza me alcanza.
para el perro, soy un desvío ocular pasajero.
para el mar, una figura sobre la que reflejar
su inmensidad.
para mí, un pixel roto, sin latidos.

recuerdo
no me diste tu rostro
no te regalé mi tacto
quisiera presentarte una ofrenda,
darte lo delicado de la violencia que es
guardarse un incendio forestal en el bolsillo
para que te despierte en plena madrugada
donde todo esta muerto
para que cuando vuelvas
pueda estar ahí
y vestir la boca
con los perdigones
que son rocas
y decirte lo que aun no pude.



jueves, 3 de marzo de 2022

Doom

insomne, constante, sin testigos.
pudiste haber sido vos, en una de esas 
pudiste haber desarrollado una adaptación 
feroz al ambiente reconvertido. un ojo 
de más a la altura del corazón, un láser 
potente disparado al abrirlo, otra 
voz, o porqué no, la pericia emocional 
de quien sabe deslizarse a través 
de horizontes inestables. pero no, ni vos 
ni nadie que presencie ahora el latir amarillo 
del semáforo en la autopista abandonada. 
hipo de fotones. intermitencia que marca 
el ritmo en la noche distópica. el tiempo 
que recupera la consciencia y con dos 
dedos palpa su muñeca flaca. pero humanos
cero, nada, nadie que absorba los mensajes 
oxidándose en los carteles cascoteados. 
arandelas a la vera con 80, con 60, con 40
de velocidad máxima: indicios de que supo 
haber movimiento, direcciones, líneas 
de existencia programada de un punto A 
a un punto B. si uno levantase la cabeza 
-si primero tuviese una-  también vería 
allá al fondo como las usinas dejaron 
de eyacular al cielosus vapores. no más 
aviones comerciales perforando nubes 
negras, sus turbinas: reduciendo pájaros 
papel picado. no más viento, menos 
lluvia, la atmósfera justa y propicia 
para la formación de la figura hexagonal 
que demanda la caída de un copo de nieve 
sobre una lengua tibia tampoco. solo 
quietud: una burda y abismal, una quietud 
concreta como la que queda contenida 
en la bolsa que sostiene la chica triste después
de tirar a su pez favorito por el inodoro.


















































viernes, 11 de febrero de 2022

Avistamiento revelador

en Indochina, en la sabana, reflejado
en la planicie de un iceberg abandonado 
como una bota a orillas de Nuussuaq, Groenlandia,
(
74°06'32.3"N 57°03'38.8"W). hablan
de un lengüetazo naranja que barre estrellas,
curva el cielo y lo que no esquiva, lo pulveriza.
en las avenidas más anchas de las principales
áreas de mayor densidad poblacional,
la escena se repite, multiplicada se contagia.
conductores que detienen su marcha
en primera, segunda o tercera fila. transeúntes
que pelan sus celulares y con el zoom
al palo apuntan hacia el fenómeno que brilla
cada vez más fuerte y cae cada vez 
más rápido y en su caída, se descascara.
hileras de capas debajo de otras que dejan
al descubierto la tibieza de la siguientes.
se dice que el avistamiento es más o menos así
hasta que adopta el tamaño de una nanopartícula 
y por una sonda plástica desciende al interior 
de un cerebro azulado, lustroso, huérfano. 
un reactivo de origen inexplicable que hace que uno 
se pregunte si es real o no la sensación
de estar flotando adentro de un frasco de vidrio 
sobre una estanteria bajo llave repleta dmás frascos
cerrados donde todos se preguntan lo mismo. 






















lunes, 31 de enero de 2022

Todo lo que sube baja pero no todo lo que baja sube

una década después, presuntamente
superado ya el tormento psicológico
de una carrera que se vino a pique
la ex estrella de su generación
no necesita, no quiere, no le hace
bien verificar en el resto la naturaleza
de su brillo. atrás quedaron
las estafas discográficas y el video
de la noche en que tuvo su primera
sobredosis. atrás quedó la depresión
y la mañana en que se enteró
vía Twitter que un productor andaba
de gira por el interior con un holograma
suyo de cuando tenía veintidós. atrás,
atrás, por favor, abran paso a la finitud
y el fracaso de la autodestrucción
estetizada. vengan, pasen y vean,
aprovechen que hoy es hoy y todo
es sol, todo verdece, todo es energía
y charlas TED naciendo recto
del corazón y fluyendo por la boca
de la ex estrella de su generación.










lunes, 24 de enero de 2022

Coitus interruptus

no por fugaz, es inocuo el paso 
de un reggaetón montado
sobre cuatro ruedas, el escupitajo
entrecortado del caño de escape,
el bafle al taco, la locura
de las luces del alerón braceando
en el océano de la noche. un bache
auditivo que dura lo que mide
la cuadra esparciendo su felicidad
móvil varios metros a la redonda.
torpe, recta, ruidosa tú eres entre todas
las máquinas y por ruidosa suspendes
momentáneamente toda conversación
entre dos o más personas
poniendo a prueba la resistencia
del tema central. el hilo puede cortarse
del todo o bien, pegar una comba,
dar un par de giros en el aire
de las cabezas y si la mnemotecnia
lo permite, regresar al preciso lugar
donde estaba en una caída felina 
perfecta .
























domingo, 9 de enero de 2022

La cosa es así

la cosa funciona más o menos así: uno
anda por ahí dejando que el mundo
entre y salga fraccionado en un polvo
invisible a la espera de que las risas
se sucedan libres de toda explicación y
raciocinio, y de la nada tiene 26 años.
la conclusión resulta obvia: vivir es fácil,
no hay más que flotar a través del tiempo
siendo a la vez un imán de pureza infinita
que atrae en su velcro lo que otros van dejando.
caprichoso, el bienestar es una bandera clavada
por terceros en un horizonte inalcanzable.
el miedo, contrariamente es lo auténtico
y por auténtico, un combustible supremo
que hay que aprender a administrar.
al final lo único que te hace levitar es la suma
de vínculos+conversaciones+gestos agradables
+una graduación considerable de soledad
bien utilizada. después está el caos
y lo que hay que hacer con él, es decir,
dejar que tome forma sobre el torso,
que se esparza a su ritmo irregular
hasta que por fin, los brazos y la maraña
que sujetan sean indiscernibles entre sí.