martes, 2 de agosto de 2022

Llevando a mi hijo a comprar droga

abatida, los ruleros puestos se los saca ni bien 
ve encuadradas sus canas en el espejo retrovisor.
no hay tiempo de más: hay que cargar nafta,
hay que sacar plata, hay que ir en subida
hacia el lado oscuro de la ciudad.
ahora no, no sé, no escucho, no importa.
tengo que llevar a mi hijo, el segundo,
de veinte, a comprar droga.
tengo que llevarlo como sea, tengo
que hacer eso o rogarle por quinta vez
que no me venda la heladera.






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