lunes, 30 de diciembre de 2024

Mañana nunca muere

y si arranco, si meto un paso,
si de una vez por todas digo,
si hago lo que pienso,
si voy, si sigo, si encaro
y no detengo o amago 
y retrocedo, 
si frenase un segundo, si abriese
la boca, si dijera lo que late
realmente de coté
y ahúlla aflautado como un pelícano enfermo,
¿y si pongo esto acá, si lo destapo,
si lo descubro con las dos manos?
¿y si vuela y se pierde y no regresa 
nunca más de donde no debió irse?
mejor no, no avanzo, no afronto, espero, }
no pasa nada porque nada late
y al toque la desesperación
de que se diga lo que hay que decir
va relamiendo el punto de origen,
no, no digo, dije; mejor callo
pero pienso bajo el estadío inicial
sin abandonar la fijación sobre 
la que floto: una plancheta inmensa de hielo.
¿y cuándo el exterior accione?
si la derrite, se se achica,
si cede el pensamiento y se reduce la redondez
de moneda de chocolate
y se pierde o desaparece o todo el resto crece
antes de que lo diga.

¿y si dejo el mambo y por fin arranco?
mmm no, bancá, ahora no, mejor mañana.






miércoles, 4 de diciembre de 2024

Chacarita

y después de tanta vuelta,
de si malgastar la tarde acostados
meta bracear en la fronda sin fondo
del celular, entramos.
estos muros han estado de pie
por más de cien años
y eso se ve en el silencio 
y en cada figura y ribete,
cruz y santo, tumba al sol, chapa en bronce
o láminas de plata donde destaca
el nombre del difunto.

después de caminar casi dos horas
concluimos en que hay que buscar la salida.
vos señalabas fascinada el humo 
expulsado, por el crematorio.
el aire circulaba y se nos metía por acto reflejo.
yo me dejaba sopletear la cabeza
con el agua de una canilla de riego
para paliar el baja presión.

y si compramos papas fritas y coca?
y si plantamos un rato en el parque?
y si los chicos que tiran botellas
al prócer de piedra, le pifian y nos pegan?
y si mejor, descansamos abajo
de aquel árbol?
y si uso tu buzo de almohada y me duermo,
con el pelo mojado,
te dejaré marcada la trama de mi calavera?













lunes, 18 de noviembre de 2024

Cuento fresco efectivo

caen chubascos
de cerveza brava en los estómagos,
cae granizo
en los charcos del verano,
cae el día
filtrado en lluvia
y lo que vi de camino al cajero
ya se me olvida.
cuento fresco efectivo en cuero 
de tanto que es me pierdo y recomienzo 
y cuando creo que lo tengo
una abeja entra
escondida en el ruido de las cañerías.
me saca del inodoro,
me ubica en el presente,
es ella o yo, la línea ascendente
de la suma matemática
se establece ahora
desde mí hasta mi enemiga.
nos batimos a duelo 
entre mosaicos azules
hasta que por fin 
al verla inmóvil sobre el espejo,
con la bandita elástica
que anudaba mi sueldo
apunto con dos dedos 
y le disparo: un headshot 
germinado en culpa. 










En lento flujo

aparecen los primeros camiones
manejado por IA; los largaron
como caballos a medianoche, iban
tocando bocina en dirección al puerto,
una estela de luces lejanas que obligaba a bajar
la velocidad y la ventanilla para extender
el brazo, filmar el suceso y revolearlo virtualmente
a mi diaria ingesta audiovisual.
iban por la autopista con el próximo
pedido de Amazon, con granos de cereales
para procesar y hacer enlatados
con alto colesterol, con insumos médicos,
con latones de toxinas sin rotular, chips en planchas,
motocicletas, esqueletos de autos eléctricos,
camiones manejados por IA cargando
otros durmiendo encima de otros camiones
como camas cuchetas en lento flujo.





martes, 12 de noviembre de 2024

Mala plata

la superposición de voces no impide reconocer
que al final la intención siempre es la misma.
acá todos hablan de dinero. del que a los 27
ya la hizo o del que la quemó de un saque
y ahora, extraviado entre el platino de una bala,
y el temor a sí mismo, vuelve de boxes, vive
de nuevo, debe reaprender a regular
la energía con la que rellena sus gestos.

el dinero es un músculo caprichoso
que hay que ejercitar diariamente
¿pero cómo?
una prótesis sin sangre a la que se le insufla
la propia para que nos deje en paz
¿hasta cuándo?

cuando se habla de dinero de lo que en verdad
se está hablando es de la falta.
cuando se habla de felicidad en verdad
está hablando la angustia.
cuando no pienso demasiado,
alguien me alimenta a su favor: compro
vendo la herida abierta 
cerrada la billetera 
no pesa nada de pesos 
unto el resto malgasto 
mi tiempo en pequeños dígitos inquietos.









martes, 29 de octubre de 2024

Ahora

son dos giros los que hay que darle
al mechón para que brote el rodete.
son estrictos con la higiene,
los horarios, y la atención al cliente.
lo más pesado más cerca de uno,
cubiertos y condimentos esparcidos
donde quede lugar en la bandeja.
cada trazo en cruz al tachar las comandas
en el pizarrón de la pantalla, oxigena.

el descanso es un claro en la mente
que aparece cuando me dispongo
a bachear: hay motivos varios
en cada plato de café, diferentes
cerámicas y cristales cocinados
a temperaturas surtidas. la de corazones,
la de los nudos en flor, la negra moteada,
la taza blanca lisa donde vierto el cafe latte
o la azul vidriada que encaja
con el tazón del cappuccino.

la ley es una, lo que se rompe, se anota,
lo derramado, se limpia, lo que mal
se porciona, no se come, no se vende, se regala.
los días soleados son los mejores,
cuando salgo a atender a la vereda,
a servir, a levantar, a cobrar, a bajar cuentas,
vuelvo con la luz de afuera
metida en mis ojos, unos segundos de ceguera
que estrujo con los parpados
como manteniendo intacta 
una fragancia en su cáscara de fina gasa.
















viernes, 18 de octubre de 2024

Catedral

algunos toman alplax y esperan
que el riacho planche su cauce,
otros se pegan una escapada
en la hora del almuerzo
para implorar bajo vitrales tutti frutti:
que me cuides a mamá,
que me cures a papá,
que los nenes crezcan
sanos y fuertes y aprueben
todas las materias,
que el segundo, el de veinte,
se rescate y no me venda la heladera.













miércoles, 16 de octubre de 2024

Flotante

desearía estar en otra parte,
no así, hundido. desearía estar
en una generosa coraza orgánica
braceando de espalda como un nudista
color miel en un paraíso fiscal.
un pelo que cae en un día equivocado
desataría la furia de cualquiera
pero todavía falta para enloquecer
por canas o calvicie. no le sale
el entrecejo, le cuesta; la vejez
aún no es un problema a meditar.

es que nada extraordinario pasa,
a veces nadan peces
en agua opaca según las estelas
de dos o tres ribetes cotidianos,
hay aires volcánicos detrás
de las palabras encanutadas;
vientos de origen mal compuestos,
retención espiritual provenientes
de -34.5919109,-58.4477738,
80% de probabilidad de desastre.

lo que está a punto de, se retuerce
sobre sí, nunca es del todo,
un rulo tieso que amansa,
no saber, no entender, no acordarse
de que hubieron días luminosos,
del por qué de los templos
que con tanto empeño ha construido
y que hoy se usan para reposar los pies
y dejar que la sangre suba
saneada de nuevo al flotante cerebro
luego de otra larga jornada laboral.








sábado, 31 de agosto de 2024

Apoyado en la hoja plástica

un insecto apoyado en la hoja plástica
de una planta de interior, no percibe la farsa.
abstraído, en una posición incómoda,
le conmueve el movimiento miniatura
pero por ahora es un niño y se aburre y quiere más.
imagina un fósforo quémandole
una de sus flacas patas en v, la cabeza rosa
del fósforo que se vuelve una melena
rebelde y naranja.

el poder de modificar las cosas que lo rodean
harán de él lo que él quiera ser
y como todo trayecto en la intemperie individual,
habrán ramas que arderán fácilmente
y no darán calor, tareas operativas
interrumpiendo la línea del placer y muchos
días, demasiados para mí, con personas
adentro de esos días.











jueves, 15 de agosto de 2024

La membrana que deshabito estos días

siete días sin fumar, el tiempo 
abandona sus cortocircuitos 
y resisto despegado a la telaraña de tabaco
que conectaba acontecimientos puntuales
de mi rutina. el primer cigarrillo 
que fumé así como se dice fumar: el gesto 
altivo del encendedor, la mano armando 
carpa a la flama contra el viento, fue un Kool
su paquete verde salido de una farmacia,
suavidad, ligeramente mentolado,
no hubo tos, útil para concretar mi misión
y entrar de una en el goce nicotinero.
al humo lo busca la pura compulsión,
velcro de pura adherencia a las cosas,
uno puede enchaparle a cualquier momento
un pucho y volverlo poderoso,
ante la ansiedad, ante el tedio,
ante el malestar emocional
o la constipación, también.

todos los caminos conducen a pitar.
esperar el colectivo, caminar 
tres cuadras: tamaño exacto para tal placer, 
la borrachera, el tobogán que hace la cerveza
en la garganta, el segundo después 
del segundo mate, el viento, el sol, la respuesta 
a una buena secuencia, el desquite 
frente a una mala racha, el frío, el río, el exceso 
de risa, una conversación con profundidad sostenida 
en un presente continuo.
post sexo, pre sexo, pre llanto, post punk,
querido cigarrillo, llave de pensamientos,
chispa de sociabilización, no te odio, 
no te extraño, solo te suelto un rato
para adorarte a la distancia en todo tu esplendor.















miércoles, 14 de agosto de 2024

Planes

dormir bien y no tardar en hacerlo,
liviandad, la idea de ser inservible
como un peluche y que la garra del sueño 
me revoleé fuera de la caja
por unas horas .
la mente fresca como una menta a la mañana
es otro de mis objetivos
y que el día esté tranquilo, nublado
y tenga gripe,
que al sorberse los mocos que le cuelgan
se lleve de pasada lo que de mí detesto.





















Carie

busco la carie
con la caña
de mi lengua
en la hendidura
de la muela
y nada pesco
apenas un frío 
de araña
que me venda la cabeza.














sábado, 13 de julio de 2024

Chequeo

tendinitis, conjuntivits, insomnio
existente no tan recurrente,
rinitis alérgica, la de cada mañana;
pérdida de cabello reclama un reemplazo
en el shampoo, vi caspa una vez: migas
de perlas blancas en mi bufanda.

un mes tarda la legumbre en nacer.
la siento cuando no pienso, 
es un dolor subiendo 
por un fino cable de silicona
hasta mi ojo maltrecho.

¿uñas encarnadas? hace mucho no pasa,
¿planta del pie? seca como una servilleta,
¿gingitivits? en todo el fleje
que hay entre caninos e incisivos
al menos no sangran, no hoy.
¿caries? in crescendo.
¿ansiedad? conocido espectro.
¿el alma? por las dudas, herida.

 




viernes, 5 de julio de 2024

Tuve que dejar de hablar y eso me es muy difícil

tuve que dejar de hablar y eso me es muy difícil,
burlón el gas del día sigue metido en mi campera
y llena mi cabeza de todas las personas
que me crucé hoy.
una virulana de risas, gritos y quejas
atadas con un alambre curvo del que no tengo posesión.
rasco la sartén de mis pensamientos y lo que asumo tener 
desaparece, decrece la consistencia y todo lo que traigo
se concentra en una esfera metálica y compacta.

digamos...el rabo de un alfiler.

así desearía que fuera, pero el hombre al volante
del colectivo línea 12 altera la geometría perfecta
y hace asomar su nariz,
luego su uniforme
hasta revelar su boca que de un sacudón
escupe una puteada al aire vivo de la ventana abierta.

sigue, sigo, seguimos,
puentes, cables, semáforos,
cartelerías de colchones, respuestos automotrices,
seguros médicos que destellan sobre la autopista
una dentadura inalcanzable para los mortales
¿y aquel a donde va? ¿y ese que patina sus dos ruedas
en el asflato trizado, que lo apura? ¿qué sueña
el niño de guardapolvo manchado
cuando se desinfla en el regazo de su madre? ¿qué espera
el chico de camiseta de Chicago Bulls, ganar
el próximo partido o una acrobacia mental para pagar
de un saque sus deudas? ¿a dónde voy, hoy? ¿qué sueño,
si es que tengo, uno? ¿qué palabra grandiosa cargo
en el paladar y por qué tarda tanto en salir?







domingo, 23 de junio de 2024

Han movido la piedra de lugar

que de la noche a la mañana
han movido la piedra fundacional,
que las reglas prexistentes
como una cuerda
han cedido, que lo bueno y lo malo,
que las categorías morales ya no caben,
que a las 15hs del martes 25 de junio
novedades, habrán.
recen para que la canalización de hoy
remueva lo oscuro,
recen para que la tormenta se despeje.

¡silencio! veo una casilla. es baja.
 al final de un camino. murmuran.
veo dos naranjos muy parecido
en altura. uno a cada lado
y también sombras.
tiene frío y bajó tantísimo de peso.

están queriendo despistar,
lo sé, porque siento perfume de mujer,
lo sé, porque se me desprende el enchapado
de los dientes. mucha energía de golpe
el pelo que se cae cuando veo lo que veo.

han movido la piedra y ahora alguien
se arrepiente,
arrebata un arma, se la quitan, lo sujetan
no quieren que declare,
no quieren escuchar llorar a nadie más.






































sábado, 22 de junio de 2024

Defunciones, metadatos

perdón, me estaba bañando,
estaba en mi colina
donde caballos mastican flores
y no tienen que preocuparse
por las moscas en su lomo,
donde el vapor parece nacer
no del agua, sino adentro mío,
sale, sube, borra los contornos.
mis manos perdidas en la niebla
doméstica y todo lo que vive sobre mí
se cierra como una planta carnívora,
desaparece más alla del techo retráctil
de mi estadio olímpico.

no contesté, lo siento, no quise regresar
a donde siempre busco fugarme,
donde la noticia de un glaciar 
se enrosca con en el fallecimiento 
de un famoso mañana olvidado 
bajo el polvillo de nuevos metadatos.

estoy bien acá, a salvo, creo, 
viendo como el siglo XX se desancla
de nosotros. ¿buque que asoma
en altamar o tierra a la vista? ¿cuál es
la parte sólida en todo este invento?









viernes, 7 de junio de 2024

Gajes del tiempo

quedan congelados en una selfie
una tarde sin sol durante una escapada
a la costa bonaerense.
después, gajes del tiempo,
el cielo se irá fosilizando.
grietas que no verán venir se extenderán
como dedos de una mano artítrica
descascarando una verdad
para llevársela
de nuevo a los bolsillos.

cuando el aire baje sucio
y las palabras rocen ríspidas los bordes 
y el infierno adopte el rostro
de la suma de los dos multiplicada
por el tiempo compartido
y los mensajes empiecen a caer
como misiles en la puerta del chat
y la foto juntos de fondo de pantalla
pase de ser el ancla
de una felicidad genuina
a hundirse lento en su propio óxido,
recién ahí, alguien jalará
del signo de pregunta, alguien evitará
respuesta, alguien afilará la espada
que juró haber tirado
o improvisará un escudo
con recuerdos magros.

en domingos distintos
ambos se sacarán del lomo
las flechas que llevan incrustadas
y nadie pedirá perdón.











viernes, 17 de mayo de 2024

Trekking

nubarrones marmolados,
nubes suaves y naranjas 
recién sacadas de la tostadora.
un flan que en sombras vibra
sobre la estepa patagónica
y se deshace en el tamiz de la noche.

astros, la luna, polvo de toscas
enormes vigilando
nuestra juventud explosiva.
tendría que haber traído otro calzado
o lo opuesto: descalzo
como un apóstol estoico
y hacer de todo
una experiencia trascendental.

se nos pegan los cardos 
en la ropa negra.

se nos acaba el agua
antes de beberla.

las palabras caen secas,
puro estruendo contra el suelo;
y el arroyo que buscamos
es una cana plateada metida
en el párpado único de dios.













sábado, 11 de mayo de 2024

Barracas

una chapa de plástico bañada en oro
marca Once. la silueta de un halcón
sobre un lado del pecho.
probó antes con ser patova,
fue papá y su tío lo metió 
en una empresa de vigilancia nocturna.
cuatro por tres diez horas por día.
golazo, la vida segmentada al medio.
los francos juega al fútbol, tiene un rosario
de madera como pulsera
que le da una onda veraniega cuando
se arremanga la camisa.

el horizonte puede ser el tiempo muerto
en el táctil de su celular: matar monstruitos,
ganar medallas, mantener intactas
las tres vidas que se te han otorgado
al menos, hasta el quinto nivel.
el café al costado en su telgopor
se enfría. la somnnolencia
en el rumor de los motores se enrueda.
los camiones
en doble fila le recuerdan la distancia
entre su cuerpo y su cama.







jueves, 9 de mayo de 2024

Palomas

¡atención!
hay novedades en la bandeja de entradas
mensaje de la administración del consorcio
avisa que consiguieron abrir
el generador
pero no hallaron
indicios de un desperfecto.
lo rearmaron, sin perder un tornillo,
cada placa de aluminio puesta
en su lugar.

ahora, no se sabe por arte de que magia
la bestia de aluminio ronca diferente,
en otro tono, más planchado y pausado.
el labrador de arriba,
ya no suelta el hueso para ladrarle
al pulmón de la manzana.
las caras de un retrato familiar pasado
ya no tiemblan, enmarcadas,
en el clavo del durlock.
ahora yo duermo, tu duermes,
ellos duermen de tiro con la persiana
a media asta
ante la mirada atónita
de una, dos, seis
decenas de palomas sin pluma.






Moneda

estados que han de repetirse por los siglos
de los siglos del mes.
cuerpo denso, emoción bajo cero,
ánimos vestidos de mascotas pequeñas,
furrys que en círculos no hallan
donde reposar.
mantra de una rueda de piedra
que gira ciega en única dirección
¿o será también esa moneda, suspendida,
sobre la tapa de la cabeza
de mis amigos que estorba
quieta, también, dentro, en la mía?















domingo, 28 de abril de 2024

Dátiles arrojados

Mucha data como dátiles arrojados
por la fuerza del nitro.
Al palo van mis días,
trato, regulo, balanceo las energías
como si fuese yo un transformador
y ésta, la principal misión de mi vida.
La única. El tiempo se reduce
y con él, la acción de mirarse al espejo,
de levantar la vista al cielo,
de cortarse el pelo. Montículos de vejez.

Me veo más en otros y me gusta,
pero al rato, me extraño y llego a odiarlos.
La velocidad es una droga hermosa dicen,
ves las cosas como rayos lásers
cruzando en el vitral de tu calendario.
Mientras todo burbujea y pasa al mismo tiempo.

Mucha data, ruido mental.
Cuervos enjaulados en los corazones de mis amigos.
Un disco que me borre y estructure mi tiempo,
lo colonice. Una mano que toma la mía.
Una canción es una daga clavada en la tierra
de por ejemplo: marzo, otra que dura cuatro días,
otra más que encapsula unos minutos
de una conversación jocosa, banal, que gracias
a un acorde sútil de fondo se vuelve memorable
y hace que hoy me acuerde de vos.







domingo, 7 de abril de 2024

Trampa

la cinco letras perfectas de la palabra "devil"
en una ceja rapada, una cruz gótica
en el cachete derecho, una daga más
atrás de la oreja, en el cuello. hilos de tinta
negra cubren sin rellenar del todo su cogote.
rayones como ramas quebradizas. piel, puntos,
cicatrices, detalles: una carita feliz,
una carita triste, un corazón partido,
una lágrima quieta y pesada colgando
a milímetros de su párpado. todavía
se visulmubran zonas donde irrigar mensajes
subcutáneos. pensó en una rosa, sería la quinta
de la colección, bien roja y potente
en una de sus sienes. ah, los diamantes,
uno en cada lóbulo, tatuados en el extranjero,
%100 real no feik, obsequios de un productor
que lo terminó estafando, recuerdos de los
que prefiere no hablar, tintineos de una cadena
que le da alergia y lo hace paranoiquear con la llave,
la puerta, la cerradura, intrusos, sus cosas, pocas. 















jueves, 25 de enero de 2024

Un cuarto con poca luz

un cuarto con poca luz que no invoca, 
no pide prestado de afuera, 
se hace concepto con lo que tiene, 
le da oportunidad de reflexionar sobre la muerte. 
no es la falta de luz, 
es justamente el tiempo que deja 
la idea de pensar que la luz que hay 
no es suficiente.
lo que eso significa para el mundo, 
lo que es en el grano del inconsciente colectivo 
la construcción mental de un cuarto a oscuras; 
quiero decir: con poca luz. 
por eso, se cuelga como un trapecista 
en ese pensamiento; 
por eso, al colgarse le da más espesor. 
espesor es aumentar el sentido de lo pensado, 
contrario a rebotar de punta en punta, 
distinto a la dispersión. 
acá se piensa que un cuarto en sombra 
es sinónimo de tristeza.
a través de vericuetos fugaces 
se llega a esa conclusión, 
tan es así que junta fuerzas, muchas, 
como si hubiese estado sumergido un lustro 
en brea negra, toma impulso, estira el brazo 
y agarra el celular, un microsegundo antes 
de que la alarma seteada suene.









Disparo

fiummm hace el brazo
del beibolista y el micelio anabólico
de sus venas se infla y desinfla
como la hinchada en la platea
al soltar el lanzamiento.

algo se va fuera del estadio,
se aleja de su centro.
chau.

eso
¿qué?
una
¿qué cosa?
rodaja
¿de quién?
de uno
¿a dónde fue?
eso es justo lo que no has de preguntar.

años entrenando el mismo lema
que reza: lo que sale cuantitativamente
tendrá su contraparte cualitativa
a la hora de ingresar.

no hay peaje
en los intercambios
pero si delay,
por eso, discutís sobre el origen
de la niebla
y por si fuera poco,
intentás encerrarla
en frascos de mermeladas vacíos.

etiquetas en una transparencia
que no se deja rotular
esfuerzos de arponear hacia afuera,
delatan la pesadez
de lo que no quiere salir.




















domingo, 14 de enero de 2024

Descartes

acá se revelan las consecuencias inflingidas
por los estallidos ultravioletas,
poderes de una fruta seca,
la gigante,
la que tiene la posta, el centro
del centro
que todo lo atraviesa.

días después, recluido en las sombras
de los edificios de enero,
se me pelan los hombros.
líneas blancas de piel marcan la frontera
entre lo vivo y lo muerto, lo que es mío
y lo que ya no.
hago rollitos o saco de un tirón suave
evitando que el papel film cutáneo
se rompa.
no es bueno para la salud,
dice Google,
pero hay tantas cosas que uno hace
y están mal
que no tiene sentido rosquearla.

esta película transparente,
con orificios minúsculos por donde
se escapan dos o tres pelos,
es hasta ahora la más larga
y si al resto las hice un bollo
para dejar que caigan
debajo de las letras
del teclado, esta la voy a cuidar,
y como un papiro valioso.
la pondré entre un marco
y un vidrio para que quienquiera admirar
lo que dejé de mi, venga y lo haga.













jueves, 4 de enero de 2024

Alado insecto

saco una roca
de a leves movimientos,
sin que caigan
las otras que sujeta.
saco una más 
y la horizontalizo: el inmueble
gris y natural
lo modifico
como modifico mi postura.
asiento óptimo, 
único e irrepetible,
in/trans/por/ta/ble
a no ser que filetees
una porción
de la montaña
y la caja de tu Hilux
se la banque.
tal para cual 
mi espalda y las rocas
un solo corazón 
las rocas y mi espalda
que no es más
una S 
encastrada,
que los cachetes
de mi cola ahora
reposan 
en su propia
plasticidad, sin quejarse.

nada podría alterarme, 
tal vez la cabeza
y lo que en ella
dentro vibra, quitando
esa inherencia, 
nada ha
de
desviarme
de
este momento
de
plenitud
en el que miro el río pasar
de una izquierda 
prístina
a una derecha
potente y en declive.
espuma
que desaparece
al llegar a la curva.

una pregunta hace la plancha
en la superficie,
en los extremos, los signos
abren el flujo.
¿para qué veo el río pasar?
¿o solo pasa y ya con eso
debiera bastar?
¿y este Insecto Alado
aterrizando 
en la visera sucia de mi uña?
¿de dónde viene?
¿cómo fue su día?
¿cuál es su equivalente a la resaca?
¿exceso de azúcares
de un arbusto que él solo conoce?
¿habrá tenido el placer -nostalgia
para mí- de despertar
con un beso
de su persona favorita?
Insecto Alado, ¿recibiste 
noticias benevolentes
del fruto oculto del bosque?
¿qué onda con vos, Insecto Alado
y tu manía por bailar tap
entre mis dedos
del pie,
irte unos segundos
a pegar onda
con la flor que bambolea
su tallo
por el oleaje
y regresar, de nuevo, a mi?

te veo serpentear coronas invisibles
con tu vuelo tornasolado
que me distraen 
de mi objetivo primigenio
por el que tomé tres colectivos:
uno larga distancia,
dos intrarregionales, 
hidrocarburos
que me dejaron acá,
a metros
de lo que vine a hacer: "ver
el río pasar".
pero perdón, Insecto Alado,
tu giro
incesante
alrededor de mis oídos
no es de mi encanto
y tu accionar
hace que entre sacudones
me aleje de vos, 
me levante, cambie
de lugar, saque
otra roca, la mueva
a la sombra, probar,
a
comodar, rotar, descartar. 

aunque pensándolo mejor
tampoco
es q
ue tirarme
boca arriba 
sobre la arena 
cambiará el plan original,
porque eso,
en unos días, a la distancia, 
será 
parte del todo también.
no ver el río pasar,
sino,
en cambio, escucharlo,
no ver figuras en las nubes
sino, 
en cambio, 
flasharla
con los destellos
escupidos por el sol 
que al distribuirse 
en el vidrio negro
de mis lentes,
liberan colores idénticos
a tus frágiles alas, 
Alado Insecto.