jueves, 4 de enero de 2024

Alado insecto

saco una roca
de a leves movimientos,
sin que caigan
las otras que sujeta.
saco una más 
y la horizontalizo: el inmueble
gris y natural
lo modifico
como modifico mi postura.
asiento óptimo, 
único e irrepetible,
in/trans/por/ta/ble
a no ser que filetees
una porción
de la montaña
y la caja de tu Hilux
se la banque.
tal para cual 
mi espalda y las rocas
un solo corazón 
las rocas y mi espalda
que no es más
una S 
encastrada,
que los cachetes
de mi cola ahora
reposan 
en su propia
plasticidad, sin quejarse.

nada podría alterarme, 
tal vez la cabeza
y lo que en ella
dentro vibra, quitando
esa inherencia, 
nada ha
de
desviarme
de
este momento
de
plenitud
en el que miro el río pasar
de una izquierda 
prístina
a una derecha
potente y en declive.
espuma
que desaparece
al llegar a la curva.

una pregunta hace la plancha
en la superficie,
en los extremos, los signos
abren el flujo.
¿para qué veo el río pasar?
¿o solo pasa y ya con eso
debiera bastar?
¿y este Insecto Alado
aterrizando 
en la visera sucia de mi uña?
¿de dónde viene?
¿cómo fue su día?
¿cuál es su equivalente a la resaca?
¿exceso de azúcares
de un arbusto que él solo conoce?
¿habrá tenido el placer -nostalgia
para mí- de despertar
con un beso
de su persona favorita?
Insecto Alado, ¿recibiste 
noticias benevolentes
del fruto oculto del bosque?
¿qué onda con vos, Insecto Alado
y tu manía por bailar tap
entre mis dedos
del pie,
irte unos segundos
a pegar onda
con la flor que bambolea
su tallo
por el oleaje
y regresar, de nuevo, a mi?

te veo serpentear coronas invisibles
con tu vuelo tornasolado
que me distraen 
de mi objetivo primigenio
por el que tomé tres colectivos:
uno larga distancia,
dos intrarregionales, 
hidrocarburos
que me dejaron acá,
a metros
de lo que vine a hacer: "ver
el río pasar".
pero perdón, Insecto Alado,
tu giro
incesante
alrededor de mis oídos
no es de mi encanto
y tu accionar
hace que entre sacudones
me aleje de vos, 
me levante, cambie
de lugar, saque
otra roca, la mueva
a la sombra, probar,
a
comodar, rotar, descartar. 

aunque pensándolo mejor
tampoco
es q
ue tirarme
boca arriba 
sobre la arena 
cambiará el plan original,
porque eso,
en unos días, a la distancia, 
será 
parte del todo también.
no ver el río pasar,
sino,
en cambio, escucharlo,
no ver figuras en las nubes
sino, 
en cambio, 
flasharla
con los destellos
escupidos por el sol 
que al distribuirse 
en el vidrio negro
de mis lentes,
liberan colores idénticos
a tus frágiles alas, 
Alado Insecto.

























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