ahora que los cuerpos
hacen silencio
el hombre sospecha de sí mismo
y del reciente ritual consagrado
a su egoísmo
pero tan rápido
como piensa, olvida
y le surge un arrepentimiento
por todos los cigarrillos
convidados
a cambio de una miserable
hora más de sexo
y una menos de sueño.
un malgasto que no termina
con el aterrizaje seguro
en la oscuridad
de la cama deshecha
y la almohada
amarillenta
que sostiene y sostiene
este monstruo de dos cabezas
sino que continúa
derramando confusiones
en su estacionamiento privado.
siente que los días pasan
aterradoramente lentos
y lentos se marchan.
qué hacer
con la confianza ganada
y qué con el amor,
hábil cuando quiere se pierde
entre mensajes eliminados
y no enviados,
entre tiempos huecos
y programados
aturdido se acomoda para un lado
y para el otro
como una tortuga invertida
busca una posición inicial
que ya no existe.
ella, de costado
y un torso más desnuda,
él, todo momia
salvo el brazo volcado
como una grúa en la hendidura
de su cadera.
hacen silencio
el hombre sospecha de sí mismo
y del reciente ritual consagrado
a su egoísmo
pero tan rápido
como piensa, olvida
y le surge un arrepentimiento
por todos los cigarrillos
convidados
a cambio de una miserable
hora más de sexo
y una menos de sueño.
un malgasto que no termina
con el aterrizaje seguro
en la oscuridad
de la cama deshecha
y la almohada
amarillenta
que sostiene y sostiene
este monstruo de dos cabezas
sino que continúa
derramando confusiones
en su estacionamiento privado.
siente que los días pasan
aterradoramente lentos
y lentos se marchan.
qué hacer
con la confianza ganada
y qué con el amor,
hábil cuando quiere se pierde
entre mensajes eliminados
y no enviados,
entre tiempos huecos
y programados
aturdido se acomoda para un lado
y para el otro
como una tortuga invertida
busca una posición inicial
que ya no existe.
ella, de costado
y un torso más desnuda,
él, todo momia
salvo el brazo volcado
como una grúa en la hendidura
de su cadera.
ahora que los dos hacen silencio,
no se sabe bien
quien duerme de verdad
y quien, en lo profundo
de su insomnio
teme compartir con el otro,
sus buenos, sus malos
exactamente
sus mismos pensamientos
barderos.
no se sabe bien
quien duerme de verdad
y quien, en lo profundo
de su insomnio
teme compartir con el otro,
sus buenos, sus malos
exactamente
sus mismos pensamientos
barderos.
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