viernes, 23 de abril de 2021

Esterilidad de los parques

aunque sea, antes los síntomas eran visibles. ebullían. 
me acuerdo un loco que entregaba la palabra de Dios,
megáfono en mano, montado a un monumento,
le contaba a las palomas sobre el fin y la salvación.
ahora ni eso: todo es agua mineral, corredores
de domingo por la tarde en 
la superficie del parque.
zapatillas 2.0 que ni ruido hacen ya. clases de yoga
al por mayor: la enseñanza de inhalar y exhalar,
inhalar y exhalar, inhalar y exhalar el aroma 
dulce 
que liberan los perros por atrás. más adentro, 
metido, frente a la fuente seca, el de melena que se tira 
una nube más de humo y vuelve a su pantalla. 
abstraído, diluye sus guturales con un Cepita de naranja
tan imperceptible al resto como la luna alzada al cielo o aquel 
que en camperón y botas negras llega y cierra la primer reja.










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