con ser uno de esos a los que el eje
se les mantiene siempre fijo. adoptar
una locomoción gris como un ciruja
hace de un perro su hijo. alimentarlo
despacio: la comida directo en la boca,
con consciencia de cada una de las vigas
imaginarias -nunca inamovibles-
sobre las que uno ha elegido acomodar
su mundo. la apariencia como estilo de vida
conlleva un esfuerzo sobrehumano que mejor
mantener bajo llave. la naturaleza de los días
es que no importen, qué partan sin más
por el desagüe a un depósito lejano. a la larga
te salís un segundo del camino
a bañarte los pies.
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