enorme de color enjabonado, un tubo de luz
de caída recta y sólida, una eyaculación fosforescente
liberada con constancia desde el ombligo de la nave.
con el camión detenido y las pulsaciones
materializadas en el sobaco húmedo de su camisa, bajó
atraído por el magnetismo involuntario
que despierta un acontecimiento de ese calibre.
dijo el de Defensa Civil: que al día siguiente, los brotes
en los campos adyacentes se habían retrotraído
dejando huecos minúsculos en la tierra, que la tormenta
ocurrida esa madrugada debió haber sido registrada
por el servicio meteorológico, no caer de imprevisto,
que el acoplado apareció suelto y calcinado a 40km
de donde te encontramos a vos, flaco, desnudo
y en posición en fetal, dormido en el medio de la ruta,
y en posición en fetal, dormido en el medio de la ruta,
adentro de un cráter hecho a tu medida;
pero sin otro testigo yo no puedo hacer nada. asique
ya sabés, hay que esperar, por lo pronto,
andá tranquilo y tratá de no rascarte la hinchazón,
de no toquetearte mucho debajo de la venda.
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