a partir de acá no lo conozco
y todo lo que haga será
la peor versión de sí.
aburrido y sin bebida,
sale al balcón,
se asoma, la baranda
tiembla el pensamiento si se apoya,
en su lugar, se lleva las manos
a la cara hace un embudo
y grita fuerte
la misma letra de siempre.
siembra la arritmia de cada día
en el barrio que lo vio crecer.
y con los dedos, contando,
un dos tres, el eco de hoy
no supera el récord.
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