desde el fondo del vaso,
entonces lo tapás.
lo que sea que toquen tus dedos
te sirve de revoque.
ágil, manejando la ductilidad
de la noche: ese acompañante
silencioso, que destapa, sirve
y no se queja nunca de la música fuerte.
el tiempo se estira elástico
y en tu boca se mastica.
tirándole del rabo al cerebro
húmedo, pensás a futuro.
pensás de más,
te refriegás el lagrimal
y el lagrimal se te irrita.
ves dos veces
en los muebles hinchados,
en el cielo raso, en el hule
del mantel: cerveza derramada refleja.
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