diez ciudades,
tres continentes,
combustible gratis,
y todo en quince minutos
siendo el fantasma que se desplaza
frente a fachadas inglesas
en la fachada cuadrada
de la pantalla.
rutas siberianas vacías, playas
privadas en Ciudad del Cabo,
el rabo del planeta nunca
estuvo tan cerca.
avanzo por bosques impronunciables.
es un milagro
que estando acá en cuero
no se me escarche la nariz.
aspiro esta fragancia a bobina activa
mientras navego invitado
por esta luz en barra
que me bebe y no me suelta
y le pido como el fugitivo le reza
a la línea blanca del asfalto
no te detengas,
dame más, dame más,
Google Maps, dame más.