jueves, 3 de agosto de 2017

Pulmones en alerta

mientras me hamacaba
en la oscuridad de mi bombilla de luz:
el horror. 


sonó como una pila de ladrillos desmoronándose
sobre un par de cráneos desafortunados
y dejó condensada en mi habitación
la resaca de un ruido obeso y expansivo.


junto a un cigarrillo perfectamente 
momificado por el tiempo, 
el café hasta el tope, frío.

el sentido de la vida 
los latidos y éste mediodía.

salvo el silencio, todo se ha vuelto tan chiquito
que aprieta.

ahora la manzana entera 
se va acodando lentamente
en el borde 
de la ventana 
y agazapados como gárgolas
preferimos, 
vaya a saber uno
si por impulso 
o por seguridad, 
inhalar oxígeno del mismo pulmón.






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