ni de donde proviene el viento
ni si existe tal abertura. no
mires para atrás.
las paredes imponen su blancura
en la habitación
del enfermo.
una toalla secando la sudoración a 38°.
una venda alrededor del tórax.
el silencio
son los cinco minutos
en que los enfermeros salen a la vereda
a tirar humo y paciencia.
mis manos
son regalos de dios,
mi abdómen instrumento divino
solo canto por la noche
por costumbre
y es el hábito el lamento
que ahuyenta
el mensaje de los cuelloblancos.
el hábito es entrega
la entrega es lamento.
lamento el no saber
de por qué di tanto
y no obtuve nada a cambio.
ahora el sonido de sus risas atraviesan
mis bolsillos agujereados. el martilleo
mis bolsillos agujereados. el martilleo
de pensar de más
construye en un cuadrilátero
un alambrado que me deja a la vista del resto.
construye en un cuadrilátero
un alambrado que me deja a la vista del resto.
vivo,
exagerademente vivo.
escrito con trasfondodeunamirada