primero hubo que esperar los del viento
y recién ahí con la marea baja
dieron aviso a las unidades de emergencia.
encontraron pilas y pilas de huesos humanos
desparramadas a lo ancho y largo de la costa.
todos los cuerpos desarmados, blanquísimos,
los rostros borrados por la lengua oceánica
y en el cielo, la luna nueva colgando en secreto
está lejos, es inútil
demasiada oscuridad impidió identificarlos
los forenses suspendieron la jornada
y acostados en la caja de sus camioneta
esperaron al amanecer.
con el correr de las horas, el mar se contrae
con todas sus fuerzas y libera más sorpresas
a la planicie de la arena.
el diario local recoge el episodio en un recuadro.
colocan debajo una foto a vista de pájaro
y en baja calidad.
a vista mía: puntos blancos sobre fondo marrón
papelitos arrugados en los bolsillos
de un pantalón recién lavado.
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