algo está creciendo
sin permiso
a espaldas
de tu zen-tido de relajación
mucha gomaespuma
escapándose
entre las costuras del sillón
mucho poder conferido
a un cráneo
frágil como de porcelana
de un momento a otro
recordarás que tenés
extremidades sensibles,
con filamentos nerviosos,
te levantarás
a buscar una frazada
que te envuelva de las pantuflas
hasta el tope.
una momia en formato doméstico.
y así avanzan las horas van
galopando rabiosas
sobre la tierra infértil
de una noche sin planes.
de a poco
el sillón se vuelve más cómodo
los ojos arden,
los párpados se aflojan
y sin graduación alguna
una pesadilla te traga de golpe
como una boca sin labios
que no sabe dar amor.
a la mañana, estornudás
y te das cuenta que estás vivo.
parece que algo vino de afuera.
un viento frío y anginoso
proveniente de la puerta trasera,
que estuvo, como siempre,
sin llave, sin arreglo,
rebotando
a modo de mantra
y reloj despertador.
extremidades sensibles,
con filamentos nerviosos,
te levantarás
a buscar una frazada
que te envuelva de las pantuflas
hasta el tope.
una momia en formato doméstico.
y así avanzan las horas van
galopando rabiosas
sobre la tierra infértil
de una noche sin planes.
de a poco
el sillón se vuelve más cómodo
los ojos arden,
los párpados se aflojan
y sin graduación alguna
una pesadilla te traga de golpe
como una boca sin labios
que no sabe dar amor.
a la mañana, estornudás
y te das cuenta que estás vivo.
parece que algo vino de afuera.
un viento frío y anginoso
proveniente de la puerta trasera,
que estuvo, como siempre,
sin llave, sin arreglo,
rebotando
a modo de mantra
y reloj despertador.
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