que la invocan los murciélagos
y su tristeza
que recién sale cuando
el resto de la manzana
está dormida
y planta su reposera
está dormida
y planta su reposera
en la terraza
que viuda que anciana
que impecable de sepia
seda blanca
que después de pellizcar
que impecable de sepia
seda blanca
que después de pellizcar
la ropa con los broches
apoya los pies
en la palangana vacía,
se relaja,
apenas un segundos
en la palangana vacía,
se relaja,
apenas un segundos
que mientras
en plena pampa
un espantapájaros tiembla
ante la vastedad de la noche
ella mira fijo
a los ojos del cielo
a los ojos del cielo
petrificada
como prendida
a una telepatía con el más allá
amenazando
con que si no la vienen a buscar
de una buena vez,
con que si no la vienen a buscar
de una buena vez,
jura que se tira.