titubea,
miente,
tambalea
como un funámbulo,
que se sostiene
sobre osamentas del pasado.
y de golpe
todo está tan raro.
amoldé
el refugio del refugio
al patio de mi casa,
recorté
lo silvestre
para que encastre
con mis necesidades,
pinté
y pinté mi aldea
con saliva vencida,
para qué ahora
una baba negra
salga disparada
como bala
de un pozo que
creí siempre vacío.
el mundo está raro
y hasta acariciar
la piel más familiar
puede desollarte
la yema de los dedos,
dejarte la identidad estancada
en la garganta.
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