sábado, 22 de abril de 2017

Carne

Como un pétalo
abierto de piernas en invierno,
un hombro
al escaparse de una blusa
gana presencia
entre dos cuerpos helados
y hace de la fragilidad del silencio
un hecho palpable,
                            -donde
 nadie pide nada
 más que todo
 sin palabras
                            -donde
 todos desean
 otras formas
 más placenteras
 de quedar atrapados en la pulpa de la lengua.


Cuando las fuerzas viscerales
ya no entren en la ropa
habremos subido otro nivel en la ventriloquia.


Después, vendrá la frustración.

Despertar y reconocer la muerte
en ese aliento pútrido 
que desprenden
 los sueños
 cuando ni bien dejan de serlos.


      

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