martes, 25 de marzo de 2025

Compresión

todo está comprimido
y por desplegarse,
en el anhelo del niño que sopla
la arandela de alambre
después de hundirla en el detergente
o en la vacilación nocturna
en el único país que conozco: mi mente.
la lista crece en paralela
a la cronología: cambiar de bar,
cambiar de amigos,
cambiar el color de la lapicera
con la que escribe esto;
es la lluvia dándole matraca
al techo de polietileno
lo que lo acuna
cuando llora a su manera
y reconoce sus alas mojadas.
de tan pesadas no levantan vuelo.







Pelotero

la pelota que patean
debe entrar al arco,
los sentimientos quedan
estacionados fuera de la cancha.
me caí más veces de lo que
me levanté, menos mal
que es el último turno
de alquiler y no hay público,
nadie que vea mis pifies: los tapones
del botín prestado me hicieron
tambalear, ahí está mi defensa
a mi mala definición.
cuando quise al ángulo, fue al centro,
cuando pateé abajo acariciando
el palo, la eché a rodar
por el hueco del alambrado.

bajá, subí, pasá, volvé, abrí, cerráte,
gritaba todo colorado el zaguero
de mi equipo y yo, me lo tomé personal.












miércoles, 12 de marzo de 2025

Baldío

todavía mantiene su forma inalterable,
el grado cero del urbanismo,
una manzana criogenizada
sobra la que se charla en lancha
en un lago en la cordillera.
uno frente al otro,
después vendrán más, sacan cuentas,
celulares, gestionan, multiplican
el valor por metro cuadrado,
habitacional o comercial,
cuánto se gana, cuánto se pierde,
qué me das, qué te doy,
con qué entongue contamos
para evitar algún impuesto.

un portal de posibilidades sobre la chapa
brillante del cartel que clavaron enfrente
se abrió.

a la semana, hombres grises con retroescavadoras,
al mes, por fin, la imagen diurna en 3D
devela lo imaginable.
un futuro de vegetación controlada
y paneles solares, vidrio y satín salpicado
con sonrisas de pixeles blancos
entran y salen del nuevo complejo de monoambiente