viernes, 17 de mayo de 2024

Trekking

nubarrones marmolados,
nubes suaves y naranjas 
recién sacadas de la tostadora.
un flan que en sombras vibra
sobre la estepa patagónica
y se deshace en el tamiz de la noche.

astros, la luna, polvo de toscas
enormes vigilando
nuestra juventud explosiva.
tendría que haber traído otro calzado
o lo opuesto: descalzo
como un apóstol estoico
y hacer de todo
una experiencia trascendental.

se nos pegan los cardos 
en la ropa negra.

se nos acaba el agua
antes de beberla.

las palabras caen secas,
puro estruendo contra el suelo;
y el arroyo que buscamos
es una cana plateada metida
en el párpado único de dios.













sábado, 11 de mayo de 2024

Barracas

una chapa de plástico bañada en oro
marca Once. la silueta de un halcón
sobre un lado del pecho.
probó antes con ser patova,
fue papá y su tío lo metió 
en una empresa de vigilancia nocturna.
cuatro por tres diez horas por día.
golazo, la vida segmentada al medio.
los francos juega al fútbol, tiene un rosario
de madera como pulsera
que le da una onda veraniega cuando
se arremanga la camisa.

el horizonte puede ser el tiempo muerto
en el táctil de su celular: matar monstruitos,
ganar medallas, mantener intactas
las tres vidas que se te han otorgado
al menos, hasta el quinto nivel.
el café al costado en su telgopor
se enfría. la somnnolencia
en el rumor de los motores se enrueda.
los camiones
en doble fila le recuerdan la distancia
entre su cuerpo y su cama.







jueves, 9 de mayo de 2024

Palomas

¡atención!
hay novedades en la bandeja de entradas
mensaje de la administración del consorcio
avisa que consiguieron abrir
el generador
pero no hallaron
indicios de un desperfecto.
lo rearmaron, sin perder un tornillo,
cada placa de aluminio puesta
en su lugar.

ahora, no se sabe por arte de que magia
la bestia de aluminio ronca diferente,
en otro tono, más planchado y pausado.
el labrador de arriba,
ya no suelta el hueso para ladrarle
al pulmón de la manzana.
las caras de un retrato familiar pasado
ya no tiemblan, enmarcadas,
en el clavo del durlock.
ahora yo duermo, tu duermes,
ellos duermen de tiro con la persiana
a media asta
ante la mirada atónita
de una, dos, seis
decenas de palomas sin pluma.






Moneda

estados que han de repetirse por los siglos
de los siglos del mes.
cuerpo denso, emoción bajo cero,
ánimos vestidos de mascotas pequeñas,
furrys que en círculos no hallan
donde reposar.
mantra de una rueda de piedra
que gira ciega en única dirección
¿o será también esa moneda, suspendida,
sobre la tapa de la cabeza
de mis amigos que estorba
quieta, también, dentro, en la mía?