domingo, 28 de abril de 2024

Dátiles arrojados

Mucha data como dátiles arrojados
por la fuerza del nitro.
Al palo van mis días,
trato, regulo, balanceo las energías
como si fuese yo un transformador
y ésta, la principal misión de mi vida.
La única. El tiempo se reduce
y con él, la acción de mirarse al espejo,
de levantar la vista al cielo,
de cortarse el pelo. Montículos de vejez.

Me veo más en otros y me gusta,
pero al rato, me extraño y llego a odiarlos.
La velocidad es una droga hermosa dicen,
ves las cosas como rayos lásers
cruzando en el vitral de tu calendario.
Mientras todo burbujea y pasa al mismo tiempo.

Mucha data, ruido mental.
Cuervos enjaulados en los corazones de mis amigos.
Un disco que me borre y estructure mi tiempo,
lo colonice. Una mano que toma la mía.
Una canción es una daga clavada en la tierra
de por ejemplo: marzo, otra que dura cuatro días,
otra más que encapsula unos minutos
de una conversación jocosa, banal, que gracias
a un acorde sútil de fondo se vuelve memorable
y hace que hoy me acuerde de vos.







domingo, 7 de abril de 2024

Trampa

la cinco letras perfectas de la palabra "devil"
en una ceja rapada, una cruz gótica
en el cachete derecho, una daga más
atrás de la oreja, en el cuello. hilos de tinta
negra cubren sin rellenar del todo su cogote.
rayones como ramas quebradizas. piel, puntos,
cicatrices, detalles: una carita feliz,
una carita triste, un corazón partido,
una lágrima quieta y pesada colgando
a milímetros de su párpado. todavía
se visulmubran zonas donde irrigar mensajes
subcutáneos. pensó en una rosa, sería la quinta
de la colección, bien roja y potente
en una de sus sienes. ah, los diamantes,
uno en cada lóbulo, tatuados en el extranjero,
%100 real no feik, obsequios de un productor
que lo terminó estafando, recuerdos de los
que prefiere no hablar, tintineos de una cadena
que le da alergia y lo hace paranoiquear con la llave,
la puerta, la cerradura, intrusos, sus cosas, pocas.