lo que se tiene ganas.
ser insoportable como un torpedo directo
al vacío espiritual.
el arrepentimiento es para giles.
mejor agonizar
debajo del calendario anual de vacunación,
en el único banco de madera de la guardia.
lo último que recordás
lo último que recordás
son los graves de la música sacudiéndote
el tórax, una silueta conocida
entre el humo y un puño cerrado
aterrizando directo en tu mandíbula.
desde ahí, la memoria
dada vuelta, todo cenizas.
es rutina: en cualquier momento,
la puerta se abrirá, alguien dirá tu nombre
el cual retumbará por este pasillo
el cual retumbará por este pasillo
al que en días has de regresar
para que te suturen de nuevo.
esta vez, nada, no fue nada,
esta vez, nada, no fue nada,
un toque en la nuca, un detalle,
cinco puntos, un raspón
y en el parabrisas del auto implicado,
y en el parabrisas del auto implicado,
congelada, la imagen de centauro
segundos antes de chocar
con su corcel made in Japan.
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