domingo, 7 de mayo de 2023

La gota china

cuando por fin bajó la marea, después
de otra discusión innecesaria, miraba 
desorientado el cielo raso 
de la habitación ajena 
y mi deseo fue real: que se desplome 
el techo 
suave y triste 
como un castillo inflable 
al final de una fiesta o que un pañuelo 
con cloroformo caiga 
contra mi cara
como una gota
cae al centro
de otra,
y de otra y de otra 
que sobre lo que queda de la anterior, 
en círculos 
se expande, en círculos, se expande,
en círculos.






























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