echada de costado,
la pierna izquierda
en desuso plegada
sobre la otra,
el cuerpo seco
de pescado
encallado en la red
de un feriado gris
y el ventilador
que gira y gira
como una hélice
que no te lleva nunca
a ningún lado.
demasiada calma
es angustia camuflada
y la angustia
es la mano fría
del tiempo
apoyada en tu hombro
y la porción
más oscura
de tu sábana
es el poco fluido
que te quedaba dentro
y gastado el recurso
no se me ocurre
que quede algo
capaz de lubricar
el eje del reloj.
repito:
demasiada calma
es angustia camuflada
y si te viera así
como me veo yo
tampoco
gastaría fuerzas
en salvarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario