las deudas del primer hombre,
y a dejar que se acumulen
junto a las mías
en la mesa de todos los días.
y así y todo, no hago un carajo
la línea sigue cortada y yo
me quedo
contemplando
la carcasa del teléfono
la llamada que no llega
la corteza de las cosas
el brazo extendido,
el caramelo a un metro del niño
el llanto.
¿la vida o el suspenso perpetuo que antecede al final?
cargo con la pulsión caníbal de deslizarme la cutícula
alimento que no llena,
¿y a vos vampiro, te pasa lo mismo?
beber copas y copas
hurgar capas y capas,
y ver la sangre roja correr,
contemplando
la carcasa del teléfono
la llamada que no llega
la corteza de las cosas
el brazo extendido,
el caramelo a un metro del niño
el llanto.
¿la vida o el suspenso perpetuo que antecede al final?
cargo con la pulsión caníbal de deslizarme la cutícula
alimento que no llena,
¿y a vos vampiro, te pasa lo mismo?
beber copas y copas
hurgar capas y capas,
y ver la sangre roja correr,
y después más piel,
y milhojas de carne que aún quedan por marcar
y otros miles de cuerpos prendidos a un mismo esqueleto
hacen que la antropología se reviente los sesos
frente a lo que no puede alcanzar.
y milhojas de carne que aún quedan por marcar
y otros miles de cuerpos prendidos a un mismo esqueleto
hacen que la antropología se reviente los sesos
frente a lo que no puede alcanzar.