lunes, 30 de diciembre de 2024

Mañana nunca muere

y si arranco, si meto un paso,
si de una vez por todas digo,
si hago lo que pienso,
si voy, si sigo, si encaro
y no detengo o amago 
y retrocedo, 
si frenase un segundo, si abriese
la boca, si dijera lo que late
realmente de coté
y ahúlla aflautado como un pelícano enfermo,
¿y si pongo esto acá, si lo destapo,
si lo descubro con las dos manos?
¿y si vuela y se pierde y no regresa 
nunca más de donde no debió irse?
mejor no, no avanzo, no afronto, espero, }
no pasa nada porque nada late
y al toque la desesperación
de que se diga lo que hay que decir
va relamiendo el punto de origen,
no, no digo, dije; mejor callo
pero pienso bajo el estadío inicial
sin abandonar la fijación sobre 
la que floto: una plancheta inmensa de hielo.
¿y cuándo el exterior accione?
si la derrite, se se achica,
si cede el pensamiento y se reduce la redondez
de moneda de chocolate
y se pierde o desaparece o todo el resto crece
antes de que lo diga.

¿y si dejo el mambo y por fin arranco?
mmm no, bancá, ahora no, mejor mañana.






miércoles, 4 de diciembre de 2024

Chacarita

y después de tanta vuelta,
de si malgastar la tarde acostados
meta bracear en la fronda sin fondo
del celular, entramos.
estos muros han estado de pie
por más de cien años
y eso se ve en el silencio 
y en cada figura y ribete,
cruz y santo, tumba al sol, chapa en bronce
o láminas de plata donde destaca
el nombre del difunto.

después de caminar casi dos horas
concluimos en que hay que buscar la salida.
vos señalabas fascinada el humo 
expulsado, por el crematorio.
el aire circulaba y se nos metía por acto reflejo.
yo me dejaba sopletear la cabeza
con el agua de una canilla de riego
para paliar el baja presión.

y si compramos papas fritas y coca?
y si plantamos un rato en el parque?
y si los chicos que tiran botellas
al prócer de piedra, le pifian y nos pegan?
y si mejor, descansamos abajo
de aquel árbol?
y si uso tu buzo de almohada y me duermo,
con el pelo mojado,
te dejaré marcada la trama de mi calavera?